Hay personas que deciden tomar leche de almendras orgánica en lugar que leche de vaca para mejorar la huella ecológica de la sociedad, además de ser una opción sustentable, ya que las vacas ocupan gran parte de la tierra y la emisión metano que realizan empeora el efecto invernadero.
Sin embargo, se estima que el gasto de agua en la producción de almendras para la bebida es 17 veces superior que en la fabricación de leche de vaca. Esto nos pone en una abalanza algo difícil de escoger.
El impacto ecológico que tenga cualquier producto dependerá en gran medida de la granja, de las tecnologías implementadas y la administración de los recursos.
Pero gracias a las regulaciones que las organizaciones internacionales han estado imponiendo respecto al cuidado del ambiente, muchos productos están comenzado a fabricarse con sello ecológico.
A pesar del incremento de consumidores más responsables ecológicamente, los daños al planeta continúan. Hay mucho camino por recorrer, mientras debemos seguir consumiendo las opciones ecológicas.